Proyecto Genoma Poético nace a finales de 2012 en una conversación cerveza en mano en el Matadero de Legazpi. Tras numerosos proyectos e iniciativas llevadas a cabo desde 2005 a lomos de la asociación Libre Configuración, Quino Romero y Carlos Torrico deciden por su propia salud mental volver a hacer planes tras cierto período de latencia.
Lo que comienza con la idea de escribir poesía en un poemario conjunto se desboca en un proceso colaborativo de composición que les lleva a experimentar con la propia identidad.
De ahí nace "20 poemas a medias", que dejó tras de si la posibilidad de conjunción de imágenes, pareceres, sensaciones de algo no individual. Esas sensaciones de pérdida parcial de identidad, de autoría, ese momento donde uno se aleja del yo antes de volver a tener nombre, fundamentaron el proyecto.
De ahí la creación de la web y la búsqueda de colaboradores que hubiera sido imposible sin la convergencia con La Libre de Barrio y Alberto García Teresa, con su Ciclo Panorámico de Poesía Contemporánea.
Con esas ideas y la colaboración de los poetas amigos y amigas se fue construyendo un despropósito de contenidos, entevistas, talleres, ediciones de poesía, collage, fanzines que llegaron a desembocar en la intervención teatral o la instalación artística, por ejemplo.
Todo ello construido por muchos, con generosidad, sin identidades, creando pequeña cultura local ad hoc, compartida entre los participantes.
La importancia está en lo que surge pero también en el cómo surge. De ahí la importancia de debatir y sentir el cómo del proceso, parte fundamental.
A sabiendas de su dificultad nos gusta jugar, experimentar, probar que la combinación poética de las voces pudiera resultar quizá, de mayor riqueza expresiva que el solitario acto creativo.
Lo que comienza con la idea de escribir poesía en un poemario conjunto se desboca en un proceso colaborativo de composición que les lleva a experimentar con la propia identidad.
De ahí nace "20 poemas a medias", que dejó tras de si la posibilidad de conjunción de imágenes, pareceres, sensaciones de algo no individual. Esas sensaciones de pérdida parcial de identidad, de autoría, ese momento donde uno se aleja del yo antes de volver a tener nombre, fundamentaron el proyecto.
De ahí la creación de la web y la búsqueda de colaboradores que hubiera sido imposible sin la convergencia con La Libre de Barrio y Alberto García Teresa, con su Ciclo Panorámico de Poesía Contemporánea.
Con esas ideas y la colaboración de los poetas amigos y amigas se fue construyendo un despropósito de contenidos, entevistas, talleres, ediciones de poesía, collage, fanzines que llegaron a desembocar en la intervención teatral o la instalación artística, por ejemplo.
Todo ello construido por muchos, con generosidad, sin identidades, creando pequeña cultura local ad hoc, compartida entre los participantes.
La importancia está en lo que surge pero también en el cómo surge. De ahí la importancia de debatir y sentir el cómo del proceso, parte fundamental.
A sabiendas de su dificultad nos gusta jugar, experimentar, probar que la combinación poética de las voces pudiera resultar quizá, de mayor riqueza expresiva que el solitario acto creativo.
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